28.10.14
Un nuevo estudio analiza y establece una guía para votaciones electrónicas y en línea
La votación en línea y el voto electrónico podrían convertirse en una parte más del proceso político en todo el mundo, sólo si las tecnologías y procesos adecuados se implementan para garantizar su seguridad, según un nuevo estudio de Atlantic Council patrocinado por McAfee ahora parte de Intel Security. El estudio, presentado hoy en un evento de Atlantic Council, reveló que muchas de las tecnologías que controlan las transacciones financieras en línea se podrían aplicar para hacer el voto electrónico y el voto en línea una realidad en el futuro.
En 2005, Estonia se transformó en el primer país del mundo en realizar elecciones nacionales a través de un sistema de votación electrónica, por lo tanto, los votantes se conectaron con sus equipos y votaron a través de una aplicación que solicitaba un número de pin único y la tarjeta inteligente de identificación del votante.El sistema funcionó muy bien; más de un cuarto de la población de Estonia votó en línea.La votación electrónica también se realizó con éxito en otros países, incluidos: Australia, Brasil y Francia.India ha instalado más de 900,000 máquinas de voto electrónico que han significado un ahorro de dinero y han ayudado a los ciudadanos analfabetos a votar.
“Las votaciones en línea y electrónica son ejemplos de cómo un mayor énfasis en la seguridad impulsaría una nueva era en la democracia digital,” comentó Michael DeCesare, Presidente de McAfee.“Sin embargo, se necesitará algo más que solo tecnología para ampliar la aceptación de las votaciones en línea y electrónica; las personas deben tener confianza y fe en el proceso.Los programas piloto para elecciones locales podrían ser el camino para lograr la confianza del público en pequeña escala.Una vez que haya más confianza, podríamos comenzar a ver los beneficios del voto en línea y electrónico, desde una mayor presencia electoral hasta elecciones más eficientes.”
Las votaciones en línea y electrónica no se implementan ampliamente en la actualidad debido a obstáculos técnicos que son difíciles de superar, y aún tiene relativamente poca aceptación del público.A diferencia de las intromisiones financieras, no se pueden recuperar los votos perdidos, y cualquier intrusión electrónica podría alterar los votos ya emitidos de forma tal que cambie el resultado de una elección. Pero si se tienen en cuenta las consideraciones de seguridad indicadas, se lograría extender el voto en línea y electrónico.
Los investigadores de Atlantic Council notaron que el cifrado, el fuerte control de acceso a través de la biometría y el software escrito con seguridad podrían garantizar la protección de los votos realizados en línea y la integridad del sistema.Junto con estas consideraciones sobre la seguridad, el voto en línea y electrónico se haría más popular ya que las personas jóvenes que han crecido con Internet ya son mayores.
“Fue fascinante adentrarse en los estudios de caso, como el de Estonia, y la investigación teórica concerniente a este tema”, comentó Jason Healey, Director de la Iniciativa de Política Cibernética (Cyber Statecraft Initiative) de Atlantic Council.“El potencial de las votaciones en línea y electrónica en cuanto al alcance, acceso y participación tiene la posibilidad de revolucionar el proceso democrático, pero existe una serie de riesgos graves que se deberán mitigar.Sin embargo, Estonia demostró que es posible y esperamos que nuestras recomendaciones del camino a seguir generen más discusión y pruebas. ”
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